Al menos 57 personas murieron en una terrible pelea entre pandillas que estalló en una prisión en la Amazonía brasileña el lunes 29 de julio.
De entre ellos, 16 fueron decapitados y los otros 41 murieron asfixiados a raíz del humo que se propagó por diversos espacios del complejo carcelario después de que los atacantes se encerraran en un salón e incendiaron el local. Lo peor es que las fotos circularon por Whatsapp.
De acuerdo con las autoridades, una banda local de narcotraficantes invadió el ala controlada por sus rivales en la ciudad de Altamira, en el estado de Pará.
Los especialistas en seguridad creen que la masacre es culpa de la guerra que azota a toda la región amazónica por el control del lucrativo tráfico de drogas.
Esta no es la primera vez que ocurre una masacre de tales magnitudes. En 2017, 56 prisioneros también fueron asesinados en una cárcel de la ciudad amazónica de Manaos en 2017.
Jarbas Vasconcelos, el superintendente del sistema penitenciario del estado de Pará, detalló a los reporteros que la violencia en la prisión comenzó alrededor de las 07:00 horas, cuando se servía el desayuno a los prisioneros en el centro de recuperación regional de Altamira, una ciudad de 109 mil personas.
La prisión tenía 343 prisioneros, más del doble de su capacidad, informó el sitio de noticias G1.
Conflicto entre Comando Classe A y Comando Vermelho
Los prisioneros de la pandilla local Comando Classe A (CCA), salieron de su ala y atacaron otra ala controlada por el Comando Vermelho (CV, Comando Rojo), una poderosa pandilla de narcotraficantes de Río cuyas operaciones se extendieron por todo Brasil. Dos guardias fueron tomados como rehenes y luego liberados.
De acuerdo con testigos, “encontramos cuerpos decapitados. La situación ya fue controlada. Fue un ataque de una organización criminal contra la otra. Entraron, prendieron fuego, y mataron”.
Se escucharon disparos y gritos en el aeropuerto vecino. “Duró unos 30 minutos. Fue horrible ”, dijo Larissa Castro, quien trabaja en la recepción de una empresa de alquiler de automóviles.
La policía militar envió un destacamento para reforzar la seguridad en el aeropuerto, mientras que el personal médico del hospital local dijo que muchos de los reos resultaron gravemente heridos.
Por ello, las autoridades dijeron que 46 prisioneros involucrados en el conflicto ahora serán transferidos.
Con información de The Guardian e Infobae.