Después de pasar 117 días en el cuerpo de su fallecida madre, quien murió a causa de hemorragia cerebral, una bebé logró nacer en República Checa.
Para lograr esto, el cuerpo Eva se mantuvo con “vida” de manera artificial desde que ingresó al hospital el pasado 21 de abril, hasta que nació la pequeña Eliska.
Eva sufrió de una hemorragia cerebral debido a una mal formación genética, que le causó la muerte el mismo día que sufrió el ataque. Tras su muerte, los familiares de la mujer decidieron mantenerla con vida, para poder salvar a la bebé, quien en ese entonces pesaba 250 gramos.
El cuerpo de la madre se mantuvo con vida con respiración artificial y bajo observación, aparte de que le dieron cuidados especiales para que Eliska pudiera sobrevivir.
Pavel Ventruba, jefe del Departamento de Ginecología y Maternidad, relató que el embarazo tuvo una serie de complicaciones “increíbles”, pero todo se desarrolló bien.
De manera extra, los doctores y familiares le daban masajes a la barriga de su mamá, aparte de que le ponían canciones y le hablaban a la bebé.
Eliska nació el pasado 15 de agosto, a través de una cesárea, y aunque hubo complicaciones durante el parto, al final la intervención fue exitosa.
La pequeña, quien pesó 2.310 kilos y midió 42 centímetros, ahora está bajo la protección de su padre y su tía, quien le da pecho.