Servicios de emergencia atendieron la madrugada del sábado pasado a una mujer que acababa de chocar en su auto. La parte delantera del vehículo estaba abollada: había chocado contra un ciervo. Cuando abrieron la puerta, la encontraron ensangrentada: su vestido blanco estaba salpicado de rojo y en su cabeza había sangre seca, que le había escurrido. Temieron lo peor. Pero sólo era su disfraz de Carrie.
Todos los que llegaron en el equipo de emergencias pensaron que estaba muerta”, relató la joven de 20 años.
Y es que Sidney Wolfe tiene una de las anécdotas más peculiares de Halloween. Los hechos ocurrieron en Ohio, EE. UU., donde ella regresaba en su Toyota Corolla luego de ir a un evento para promocionar la obra de teatro Carrie, basada en la novela homónima de 1974 de Stephen King [y su adaptación fílmica de 1976]. Por eso, la joven llevaba el sangriento atuendo.
El percance tuvo lugar cuando Sidney impactó contra un ciervo que saltó en frente de su carro. Y la joven no sólo salió viva: también resultó ilesa, más allá de un moretón en su pierna. Toda la sangre era falsa, parte de su caracterización.
Después, Sidney compartió su anécdota con el accidente y el disfraz de Carrie. Y aprovechó para seguir haciendo promoción a la obra:
Arriesgue mi vida para promocionar el musical. ¡Más les vale que compren boletos!”, tuiteó la joven, cuya historia se viralizó.
Con información de The Washington Post.